martes, 14 de febrero de 2012

Sobre el Ser Vagabundo x Isabelle Eberhardt


NOTA DEL (A)NTICRISTO: NUEVA TRADUCCION DEL ANTICRISTO. PARA SABER MAS DE LA AVENTURERA ISABELLE EBERHARDT IR AQUI. LA DE LA FOTO ES ELLA.

Sobre el Ser Vagabundo x Isabelle Eberhardt

Un tema al que pocos intelectuales le dedican un pensamiento es el derecho a ser un vagabundo, la libertad para vagar. Sin embargo, el andar de vagabundo es la liberación, y la vida en la carretera abierta es la esencia de la libertad. Para tener el coraje de romper las cadenas con que la vida moderna nos ha ponderado (bajo el pretexto de que se nos ofrece más libertad), y luego a tomar el bastón simbólico y empaquetar y salir!

Para el que entiende el valor y el sabor delicioso de la libertad solitaria (en tanto nadie es libre si no esta solo) el estar de salida es el acto más valiente y más grandioso de todos.

Una felicidad egoísta, posiblemente. Pero para aquel que disfruta de su sabor, la felicidad.

El estar solo, el ser modesto en las necesidades, para ser ignorado, ser un extraño que está en casa en todas partes, y caminar, en forma grandiosa y por uno mismo, hacia la conquista del mundo.

El caminante sano sentado al lado de la carretera analizando el horizonte abierto ante él, ¿No es este el dueño absoluto de la tierra, las aguas, y hasta del cielo? ¿Que habitante puede competir con él en poder y riqueza? Sus dominios no tiene límites, su imperio no tiene ley. Ningún trabajo le hace inclinarse hacia el suelo, en tanto la bondad y la belleza de la tierra ya son suyas.

En nuestra sociedad moderna el nómada es un paria "sin domicilio fijo." Al añadir estas pocas palabras al nombre de cualquier persona cuyo aspecto sea considerado irregular, aquellos que hacen y ponen en práctica las leyes pueden decidir el destino de una persona.

Para tener un hogar, una familia, una propiedad o una función pública, contar con un medio definido de subsistencia y ser una pieza útil en la máquina social, todas estas cosas parecen necesarias, incluso indispensable, para la gran mayoría de los hombres, incluyendo a los intelectuales, y aun aquellos que piensan de sí mismos como totalmente liberados. Y sin embargo, estas cosas son sólo formas diferentes de esclavitud que vienen del contacto con otras personas, especialmente regulado y continuo.

Siempre he escuchado con admiración, aunque no con envidia, a las declaraciones de los ciudadanos que cuentan cómo han vivido durante veinte o treinta años en la misma sección de la ciudad, o incluso en la misma casa, y que nunca han estado fuera de su país natal, o su ciudad.

No sentir la tortuosa necesidad de conocer y ver por uno mismo lo que está ahí, más allá de la misteriosa pared azul del horizonte, para no encontrar monótonos y deprimentes acuerdos de la vida cotidiana, para mirar el camino blanco que conduce a la distancia desconocida sin sentir la necesidad imperiosa de ceder ante ella y seguirla obedientemente a través de montañas y valles! La creencia cobarde de que un hombre debe permanecer en un solo lugar es demasiado reminiscente de la renuncia acrítica de los animales, bestias de carga estupefactas por la servidumbre y, sin embargo siempre estando dispuestos a aceptar el deslizamiento sobre el arnés.

Hay límites para todo dominio y leyes que rigen todo poder organizado. Pero el vagabundo posee toda la tierra inmensa que sólo termina en el horizonte no existente, y su imperio es uno intangible, en tanto su dominio y disfrute de este son cosas del espíritu.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Cuadernos de Negación Nº 6 "¡Abajo el reino de los cielos!


Aca la buena gente de los Cuadernos de Negacion despues de dedicarle tratados sobre otras cosas como el estado, el capitalismo, ahora le dedican bastantes buenas lineas a la religion.

"Como hemos expresado en cada una de estas ediciones, la unidad de la vida y su relación de totalidad hace que los temas se entremezclen constantemente, dando lugar a reflexiones que naturalmente no se limitan al tema central que cada número propone, en este caso el de la religión.

Y desde el título lo que intentamos es evidenciar que el cielo no es más que una proyección idealizada de lo que sucede en la Tierra. Y la religión no se alimenta del cielo sino de la tierra. Y porque una mejor vida es posible antes de morir y no después, en el más acá y no en el más allá, decimos: ¡Abajo el reino de los cielos!"

La religión sobrepasa indudablemente a cualquier otra actividad humana en cantidad y variedad de tonterías. Si se considera además su papel como cómplice de la dominación de clase a través de la historia, no es sorprendente que haya atraído sobre sí el desprecio y el odio de cada vez más personas, en particular de los revolucionarios.

La religión continúa adaptándose, en su forma institucional o sin ella, a los pequeños cambios del modo de producción y reproducción de la vida, persistiendo bajo diferentes formas.

El movimiento revolucionario debe oponerse a la religión, pero tomando posición del otro lado de ella. No siendo menos que la religión, sino más.

Contenido:

▪ Introducción

- ¿De que hablamos cuando hablamos de religión?

▪ ¿Ateísmo?

▪ Extrañación y mutilamiento

- El humano como centro: así en la tierra como en el cielo

- Mutilación

▪ Las armas de la crítica y la crítica de las armas

▪ ¿Libertad de conciencia?

- Adán y Eva y el judeocristianismo cotidiano

▪ Influencias religiosas en el autodenominado movimiento revolucionario

▪ Creencias a medida

- El optimismo del ahorcado

▪ ¿Oponer la ciencia a la religión?

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